El camino del mejino en el movimiento es un proceso de crecimiento espiritual, de crecimiento personal para la vida y crecimiento en la relación de cercanía con Jesús.
Jesús nos llama por nuestro nombre, porque nos conoce muy bien. Sabe cuáles son nuestros dones y también nuestras debilidades y sufrimientos.
Él tiene la iniciativa; “No me eligieron ustedes a mí, yo los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, un fruto que permanezca” (Juan 15,16) y nosotros ejerciendo la libertad respondemos con disponibilidad al Señor.
Como miembros del Movimiento Eucarístico Juvenil, y perteneciendo a la Red Mundial de Oración del Papa, estamos llamados al encuentro del que sufre para aliviarlo, cuidarlo, protegerlo.
Por eso la última noche del encuentro nacional, el 28 de enero del 2023, tuvimos nuestro ritual de compromisos, a través del envío misionero guiado por nuestra Directora.
Diciendo «Acá estoy Señor» y como signo de pertenencia de ser monitores del MEJ, recibimos una cruz con la imagen del discípulo amado.
Ese discípulo que descansa sobre el corazón de Jesús, para escuchar sus latidos y permanecer cerca de Él.
La misión que Jesús nos encomienda requiere tomar decisiones, discernir con el corazón, y eso lo lograremos escuchando al corazón de Jesús.
Les queremos compartir este momento tan significativo para nosotros, porque estos chicos y chicas son el testimonio real de que Jesús habita entre nosotros, y seguirá transformando la vida de cada uno que quiera encontrarse con Él.
Señor hoy te pedimos que la luz que encendiste en nosotros, pueda encender el camino de otros.